<
>

Jorge Almirón se fue de Varela con un cuaderno lleno de pendientes y deberá calibrar a Boca contrarreloj

Boca Juniors perdió 1-0 con Defensa y Justicia y Jorge Almirón se fue de Varela con una lista importante de pendientes para trabajar con urgencia si quiere presentarle resistencia a Palmeiras en la semifinal de la CONMEBOL Libertadores.

En todas las líneas del pizarrón, el Halcón desnudó una falencia del equipo de Almirón, que deberá corregir contrarreloj si no quiere que el Verdao lo aplaste.

Sin quitarle mérito a la propuesta de los locales, que jugaron sin ningún tipo de respeto ante un equipo grande, los defensores xeneizes le facilitaron el trabajo al conjunto de Vaccari.

En la primera etapa, el Halcón detectó rápidamente que el talón de Aquiles del rival estaba en la banda que protegía Marcelo Weigandt y buscó los ingresos por la derecha. Cuando pasaron los primeros 15 minutos peligrosos de Boca, se comenzaron a abrir los espacios para hacer sentir endeble a los del fondo desde todos los frentes, por abajo y por arriba.

Uvita Fernández se volvió una molestia en el área xeneize, ganó casi todos los duelos individuales que disputó y, sobre el cierre del primer tiempo, tuvo su recompensa marcando el 1-0.

Del mediocampo hacia arriba, Boca fue dos equipos distintos: uno avanzando para atacar y otro, completamente diferente, retrocediendo para defender.

Los de Almirón sintieron (para bien) el regreso de Cristian Medina y Valentín Barco, que fueron protagonistas de las situaciones más trascendentales. Recuperarlos después de sus lesiones parecía ser la carta ganadora para que Boca siga en partido. Sin embargo, no fue suficiente porque Edinson Cavani, si bien se vistió de asistidor poniendo en posición de gol a sus compañeros en tres oportunidades, no logró gravitar en el área para definir él y las jugadas se terminaron diluyendo sin inquietar demasiado a Bologna.

Defensa jugó 45 minutos de alta intensidad y le alcanzó para lastimar a Boca. Pudo ampliar el marcador porque el juego aéreo se transformó en una pesadilla para el fondo xeneize y Nico Figal se vio sobrepasado por la agresividad local.

En la segunda etapa y con el resultado a favor, el Halcón bajó una marcha y le cedió terreno a Boca. Con Exequiel Zeballos fresco y con Lucas Janson por izquierda, aparecieron otra vez las posibilidades de la visita, pero las falencias del mediocampo generaban pérdidas que resultaban en mayor peligro para el arco de Javi García. Almirón puso toda la carne en el asador con el ingreso de Darío Benedetto, quien compartió espacio con Cavani dentro del área. El 4-2-4 intentó lograr mayor peso ofensivo pero fue en este descontrol en donde el Xeneize perdió el norte y terminó favoreciendo el plan de los locales.

El Xeneize viene de avanzar en la Copa Argentina (que siempre es un objetivo codiciado porque ganarla entrega un boleto a la próxima Libertadores) y, con las semis de Palmeiras en el almanaque, poca importancia le da Boca a la Copa de la Liga. Sin embargo, hoy en Varela puso casi a su mejor equipo disponible y dejó una pálida imagen, con muchos interrogantes y pocas certezas.

Almirón deberá sentarse con su cuerpo técnico para conversar cuál será la estrategia para pasar la llave que arranca en La Bombonera y se cierra en Brasil. Boca tiene nombres propios y mística para lograrlo, pero debe calibrar con urgencia las distracciones defensivas y la efectividad de sus ataques si quiere ganarle el mano a mano a uno de los mejores equipos del continente